El Campamento Romano
Los campamentos romanos eran una obra de ingeniería y velocidad, un ejército en marcha construía un campamento completamente fortificado al finalizar la marcha del día y lo destruía a la mañana siguiente antes de seguir su camino.
Campamentos eventuales:
Los campamentos de eventuales que eran construidos al finalizar la marcha diaria y destruidos al marcharse del lugar se construían siguiendo un orden y disciplina muy estricta.
Después de buscar una llanura cerca del agua un Centurión experto en topografía trazaba el rectángulo del campamento, con la ayuda de la Groma, instrumento topográfico utilizado para observar y establecer líneas directas y ángulos rectos.
Una vez marcado el rectángulo parte del ejército se situaba en posición de batalla frente a la zona por donde podría aparecer el posible enemigo, mientras la otra parte cavaba un foso (Fosa) de cuatro metros de ancho por tres de profundidad, utilizando la tierra extraída para realizar el terraplén (Agger) de protección donde eran clavadas estacas, atadas entre sí para formar la empalizada.
Al mismo tiempo que se levantaban las defensas, las diferentes unidades iban entrando en el campamento para ir montando las tiendas, que eran montadas siempre en el mismo lugar.
Dependiendo de la vulnerabilidad de la zona se construían varios tipos de campamentos.
Si se estaba en una zona segura, se construía un campamento con un pequeño foso y terraplén. Si en cambio el campamento se construía cerca del enemigo el foso y el terraplén se agrandaban. En caso de un campamento de asedio prolongado se construían con murallas dobles rellenas de cascotes.
Después de buscar una llanura cerca del agua un Centurión experto en topografía trazaba el rectángulo del campamento, con la ayuda de la Groma, instrumento topográfico utilizado para observar y establecer líneas directas y ángulos rectos.
Una vez marcado el rectángulo parte del ejército se situaba en posición de batalla frente a la zona por donde podría aparecer el posible enemigo, mientras la otra parte cavaba un foso (Fosa) de cuatro metros de ancho por tres de profundidad, utilizando la tierra extraída para realizar el terraplén (Agger) de protección donde eran clavadas estacas, atadas entre sí para formar la empalizada.
Al mismo tiempo que se levantaban las defensas, las diferentes unidades iban entrando en el campamento para ir montando las tiendas, que eran montadas siempre en el mismo lugar.
Dependiendo de la vulnerabilidad de la zona se construían varios tipos de campamentos.
Si se estaba en una zona segura, se construía un campamento con un pequeño foso y terraplén. Si en cambio el campamento se construía cerca del enemigo el foso y el terraplén se agrandaban. En caso de un campamento de asedio prolongado se construían con murallas dobles rellenas de cascotes.
Campamentos permanentes:
Los campamentos permanentes hechos en piedra eran utilizados como campamentos de invierno. En época de paz se convertían en pequeñas ciudades con una extensión de unas veinte hectáreas para albergar una legión.
El diseño de los Campamentos era extremadamente simple, un muro perimetral, rectangular casi cua¬drado, con las esquinas redondeadas para poder defenderse mejor que envolvía el recinto y que contaba con torres de vigilancia y con puertas en el centro de cada uno de los lados. Estas muro perimetral consistía en dos murallas paralelas de sillería rellenando el espacio medio entre estas con piedras, mortero y hormigón romano. Las murallas tenían una altura y tamaño variable dependiendo de la situación militar del campamento.
En el centro del campamento donde se cruzaban las dos calles principales (vía Praetoria y vía Principalis) se levantaba la tienda del general o Praetorium, junto a esta tienda había un pequeño foro y al otro lado el Questorium o sede la intendencia.
La vía Principalis dividía el campamento en dos secciones, una destinada a los mandos y la otra al grueso del ejército. En los campamentos se disponía de salas de ejercicios, almacenes, un hospital (Valetudinarium) y termas.
Muchas de las ciudades romanas surgen de los asentamientos de los campamentos romanos.
El diseño de los Campamentos era extremadamente simple, un muro perimetral, rectangular casi cua¬drado, con las esquinas redondeadas para poder defenderse mejor que envolvía el recinto y que contaba con torres de vigilancia y con puertas en el centro de cada uno de los lados. Estas muro perimetral consistía en dos murallas paralelas de sillería rellenando el espacio medio entre estas con piedras, mortero y hormigón romano. Las murallas tenían una altura y tamaño variable dependiendo de la situación militar del campamento.
En el centro del campamento donde se cruzaban las dos calles principales (vía Praetoria y vía Principalis) se levantaba la tienda del general o Praetorium, junto a esta tienda había un pequeño foro y al otro lado el Questorium o sede la intendencia.
La vía Principalis dividía el campamento en dos secciones, una destinada a los mandos y la otra al grueso del ejército. En los campamentos se disponía de salas de ejercicios, almacenes, un hospital (Valetudinarium) y termas.
Muchas de las ciudades romanas surgen de los asentamientos de los campamentos romanos.