jueves, 31 de marzo de 2011


MAQUILLAJE EN ANTIGUA ROMA
Las mujeres romanas consideraban bello que las cejas estuvieran unidas sobre su nariz, para conseguir tal efecto utilizan una mezcla de huevos de hormiga machacados con moscas secas, también lo utilizaban como máscara de pestañas.

El vello del cuerpo lo llevaban rasurado totalmente, Dominicano solo se acostaba con mujeres a las que
previamente había depilado en su totalidad. Había varios métodos para quitar el vello. Por ejemplo, se utilizaba una especie de cata plasma llamada dropax, compuesta de varias ceras resinosas; también se empleaban las pinzas (forcipes aduncae), pero era un procedimiento muy doloroso. Algunos hombres también se depilaban todo el cuerpo.

Popea (esposa de Nerón) en todos sus viajes se hacía seguir por un rebaño de trescientas burras, que cada mañana eran ordeñadas y así podía llenar su bañera de plata para su hidratante baño matutino. Ella inventó la mascarilla, que hacía con una mezcla de pasta y leche de burra denominada TECTORIUM, que aplicaba antes de acostar
se y se la dejaba puesta durante toda la noche. Para las arrugas utilizaban una mascarilla compuesta de arroz y harina de haba. Las señoras que se perfumaban hacían llenaban la boca de sus esclavas de perfume y esta lo pulverizaba sobre su ama.

Las cremas, perfumes y ungüentos que se vendían en pequeños vasos de cerámica, pomos de cristal o pequeños recipientes de alabastro.
El maquillaje para el rostro se m
ezclaba en pequeños platillos, utilizando a veces la lanolina de la lana de oveja sin desengrasar. La piel se llevaba blanca (como signo de apasionamiento) , utilizando para ello una mezcla a base de yeso, harina de habas, tiza y albayalde (carbonato clásico de plomo), al final los resultados que se obtenían eran los contrarios, ya que esta mezcla oscurecía el rostro, también con el fin del blanqueamiento
ingerían gran cantidad de cominos. El carmín para los labios se obtenía del ocre procedente de un tipo de liquen denominado ficus, o bien de moluscos.

El perfilador de ojos se conseguía a partir del hollín o de un polvo hecho de antimonio: este último también se utilizaba para engrosar las cejas para la sombra de ojos era imprescindible la ceniza, también utilizaban el khöl, maquillándolos en negro y azul. Las cejas se perfilaban sin alargarlas y se depilaban con pinzas y los labios y pómulos se coloreaban en tonos rojos vivos, para conseguir unos dientes blancos nada mejor que el vinagre.


Como dentífrico utilizaban orines, y los más cotizados eran los de Hispania, se envasaban en ánforas, se precintaban y se distribuían por el Imperio .

Para depilar se utilizaba una especie de cata plasma llamada dropax, compuesta de varias ceras resinosas; también se empleaban las pinzas (forcipes aduncae), pero era un procedimiento muy doloroso. Algunos hombres se depilaban todo el cuerpo.

El espejo era una necesidad básica. Se hacían de láminas de metal muy bruñidas y a menudo tenían el reverso profusamente decorado.

Utilizaban mascarillas de belleza:
Contra las manchas, añadían hinojo a la mirra perfumada (cinco escrúpulos de hinojo por nueve de mirra) y un puñado de pétalos secos de rosa, e incienso macho junto con sal gema. Se vierte encima jugo de cebada: que el incienso y la sal pesen tanto como las rosas.
Contra las arrugas: “Hervir el astrágalo de una ternera blanca durante cuarenta días y cuarenta noches, hasta que se vuelva gelatina y después, se aplica con un paño”
Para alisar la piel, a base de nabo silvestre y harina de yero (planta leguminosa parecida a la lenteja), cebada trigo y altramuz.
Para aclarar la piel d la cara: con raíces de melón secado al aire, hervidas en agua y machacadas, y aplicadas como una cataplasma.
Para perfumar a su señora, una esclava se llenaba de perfume la boca y lo pulverizaba sobre su ama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario