martes, 14 de junio de 2011
La sociedad romana
La civilización romana es una de las más complejas sociedades de la historia universal. Dada su extensa duración (desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo V d.C) los historiadores han dividido la Historia de Roma en distintos períodos históricos: Monarquía, República e Imperio. Hoy les propongo internarnos en los años de mayor esplendor del Imperio Romano (s. I y II a.C.), pero alejándonos de los grandes personajes, para tener una idea más global de cómo estaba compuesta esta sociedad.
La sociedad romana estaba dividida en distintas clases, con diferentes derechos civiles y políticos y también diferencias económicas. Veamos, entonces, cuáles son los principales grupos sociales y algunas de sus características más relevantes:
Los Patricios:
Se denominaba Patricios a las familias más antiguas de Roma, quienes formaban una aristocracia de propietarios de tierras. Poseían todos los privilegios tanto fiscales, como judiciales, políticos y también culturales. Eran ciudadanos de pleno derecho.
Los Plebeyos:
Así se denominó en la Roma primitiva a todos aquellos que estaban por fuera del grupo de los Patricios. Originalmente carecían de derechos, pero a través de siglos de luchas sociales se les fueron reconociendo derechos similares a los de los Patricios. Entre ellos el de ser Ciudadanos Romanos, a elegir representantes y a tener sus propias instituciones políticas.
Entre los plebeyos había grandes diferencias económicas, por lo que dentro de los denominados Plebeyos se pueden distinguir los siguientes grupos: nobles, caballeros y clientes.
Nobles: eran los plebeyos más ricos, que se igualaban a los patricios por su fortuna y por ocupar los cargos políticos más importantes.
Caballeros: eran plebeyos con una fortuna intermedia, que obtenían por sus trabajos como comerciantes, agricultores o profesionales, llegaban a ocupar cargos políticos de mediana importancia.
Libertos:
Los libertos :eran los esclavos que habían sido liberados por sus dueños. Si bien eran hombres libres seguían en algunos aspectos vinculados a su patrón –debían llevar su apellido, por ejemplo. No eran ciudadanos y por lo tenían derechos civiles y políticos recortados.
Se dedicaron a los oficios –que eran trabajos despreciados por los ricos- de artesanía, comercio e industria. Gracias a esto algunos de ellos acumularon importantes fortunas.
Esclavos:
En la Antigüedad, los esclavos eran considerados objetos –no personas- sin ningún derecho. Eran vendidos y comprados y sus dueños tenían derecho a castigarlos o matarlos. Los esclavos eran prisioneros de guerra, o hijos de otros esclavos.
Eran quienes hacían la mayor parte de los trabajos de producción, especialmente en agricultura. Por este motivo se considera al Imperio Romano una sociedad esclavista.
En menor medida hubo esclavos que tuvieron otras actividades: algunos participaron en altos cargos de gobierno o fueron capataces en las grandes plantaciones agrícolas. Otros tuvieron las peores de las suertes y fueron empleados como remeros para la flota romana o convertidos en gladiadores del Circo Romano.
Por Joaquín Nieto López
El culto a los muertos
Algunas eran grandiosas e impresionantes y parecían casas en pequeño; otras eran mucho más sencillas. Era una costumbre corriente decorarlas con guirnaldas de flores y colocar ofrendas de vino y comida delante de ellas.
El que enterraran a los muertos en las orillas de sus concurridas calzadas, en lugar de en cementerios tranquilos, no era por parte de los romanos una muestra de falta de respeto hacia aquéllos. Al contrario, creían que, si los muertos no eran debidamente enterrados y cuidados, sus espíritus se les aparecerían y les llegarían a causar daños. Era muy importante proporcionar al difunto una tumba o un sepulcro, donde su espíritu pudiera tener una morada. Pero también se pensaba que el muerto quería estar cerca de los vivos. Hay una tumba que tiene una inscripción: "Veo y contemplo a todo el que va y viene de la ciudad", y otra que dice: "Lolio ha sido colocado al borde del camino para que todos los transeúntes puedan decirle 'Buenos días, Lolio'".
Se creía que su actividad vital continuaba en cierta manera y por tanto había que abastecerlo de las cosas que necesitara. Un cazador querría tener su lanza, un agricultor sus aperos, y una mujer su huso. Si el muerto era inhumado, sus objetos personales eran enterrados con él; si era incinerado, se quemaban también con él.
Un escritor griego llamado Luciano cuenta la historia de un marido que había quemado en una pira funeraria todas las joyas y todos los vestidos de su esposa difunta, para que los pudiera tener consigo en el otro mundo. Una semana más tarde, cuando estaba intentando consolarse con la lectura de un libro sobre la vida en el más allá, se le apareció el espectro de su esposa. Ésta comenzó a reprocharle que no hubiera incinerado una de sus sandalias doradas, que, según decía ella, estaba debajo de un cofre. El perro de la familia comenzó a ladrar y entonces el espíritu desapareció. El marido miró debajo del cofre, halló la sandalia y la quemó.
Se pensaba también que los espíritus de los muertos tenían hambre y sed y por tanto había que proporcionarles bebida y comida. En la tumba se colocaban con regularidad ofrendas de huevos, judías, lentejas y vino. A veces se abrían agujeros en las tumbas para poder echar vino dentro. Se ofrecía vino porque era un sustituto apropiado de la sangre, la bebida favorita de los muertos. No obstante, durante el funeral y en ocasiones especiales se sacrificaban animales y se hacía una ofrenda con sangre.
Con todo, se pensaba que a pesar de esas tentativas por cuidar de ellos, los muertos no llevaban una existencia muy feliz. Para ayudarles a olvidarse de esa infelicidad, sus tumbas se adornaban frecuentemente de flores o eran rodeadas de jardincillos, costumbre que ha perdurado hasta nuestros días, aunque haya cambiado su significado original. Con éste mismo fin, la familia y los amigos del difunto celebraban un banquete después del funeral y en el aniversario de su muerte. Unas veces estos banquetes tenían lugar en un comedor adosado a la tumba misma, otras en el hogar de la familia. Se creía que los espíritus de los muertos prestaban atención a estos acontecimientos festivos y disfrutaban con ellos.
Había también algunas personas que creían en un mundo de ultratumba donde los malos sufrían castigos por las malas acciones cometidas durante su vida y donde los buenos vivían dichosos eternamente. Se contaban relatos sobre el castigo sufrido por malhechores famosos como el malvado Titio, a quien unos buitres le desgarraban a picotazos el hígado, y el de las hijas de Dánao (las Danaides), que fueron condenadas a echar eternamente agua en unas ánforas que no tenían fondo.
Las personas que no creían en alguna forma de vida después de la muerte eran pocas. Eran los seguidores de un filósofo griego llamado Epicuro, que enseñaba que, cuando alguien moría, el espíritu que le daba vida se disolvía en el aire y se perdía para siempre. Los hombres, por tanto, no tenían por qué temer el mundo del más allá, y podían dedicar todas sus fuerzas a sacar el mejor partido de éste.
El ritual de un entierro romano
El entierro de un romano de elevada condición económica y social sse caracterizaba por la solemnidad del ritual. Delante de la comitiva fúnebre (pompa), iban los esclavos tocando flautas, trompas y trompetas, los portadores de antorchas, las plañideras profesionales, los bailarines y los mimos.
Ceremonia de un entierro
"Cuando se ha retirado el cadáver de la casa, se le conduce hacia el foro con los restantes ornamentos, delante de la tribuna, permaneciendo todos los asistentes alrededor; si el difunto deja un hijo mayor de edad y se encuentra presente, éste, y si no, algún otro pariente, sube a la tribuna y habla de las virtudes del fallecido y de las gestas que llevó a cabo en vida. Después de este acto entierran el cadáver y, cuando han cumplido los ritos habituales, colocan una estatua del difunto en un lugar visible de la casa, en una hornacina de madera.
En las festividades públicas exponen las imágenes cuidadosa-mente colocadas. Cuando muere algún otro familiar ilustre, también las sacan en el entierro y las colocan encima del rostro de personas que se les parezcan en estatura y en el físico y son conducidos sobre carros precedidos de los haces, las hachas y las demás insignias que les solían acompañar en vida, de acuerdo con la categoría de cada uno y con su actividad política."
POLIBIO, 6,53, 1-8
Junto a la tumba situada en una de las vías que conducían a la ciudad, tal como mandaba la ley, se incineraba el cadáver. Sobre la pira se colocaba el muerto dentro de su ataúd. Los familiares y los amigos ponían en él los objetos que habían sido del agrado del difunto; le abrían y cerraban los ojos por última vez, le daban un beso de despedida y un pariente o amigo encendía la pira, adornada con flores y recipientes de perfume.
En los cementerios de las grandes ciudades, solía haber un horno crematorio qu facilitaba las tareas de la incineración. Cuando las llamas se extinguían, las brasas eran apagadas con vino, y los huesos que quedaban se recogían, se untaban con ungüentos perfumados y eran depositados, juntamente con las cenizas, en una urna funeraria. Las urnas funerarias eran unos recipientes con tapadera, de diversas formas y materiales (de plata, plomo, vidrio, cerámica, etc.)
Diferentes tipos de enterramientos de los romanos
Sobre la vida de ultratumba, los romanos tenían unas creencias que coincidían en gran parte con las de los griegos.
Hasta el siglo II de nuestra era, en que se generalizó la inhumación de los cadáveres, la forma de enterramiento más usual fue la incineración. De hecho las dos formas coexistían, pero generalmente la inhumación era reservada a la gente pobre y los esclavos, mientras que la incineración estaba reservada a los miembros de familias nobles o acomodadas.
Incineración e inhumación
"Me parece que el tipo de sepultura más antiguo es aquél en que el cuerpo retorna a la tierra y, después de ser depositado ahí, es cubierto por ella como si fuera un manto maternal. Sabemos que la estirpe de los Cornelios usó este tipo de sepultura hasta hace poco. Sula, después de su victoria, mandó que fueran esparcidos los restos mortales de Gayo Mario que estaba sepultado junto al río Anio. Y no sé yo si porque temía que lo mismo le sucediera a su cuerpo, lo cierto es que él fue el primero de los patricios Cornelios en ser incinerado.
La Ley de las Doce Tablas dice: 'Que no se entierre ni se incinere un hombre muerto dentro de la ciudad'. Creo que esto último es a causa del peligro de incendio."
CICERÓN, Las Leyes, 2, 22-23
Las tumbas más lujosas eran sepulcros monumentales, o mausoleos en forma de templo, de torre o de casa. Las tumbas más modestas eran las fosas comunes, las individuales y los columbarios. Encima de las fosas individuales podía haber diversos tipos de monumentos funerarios:
una estela o una piedra con el nombre del difunto;
un pedestal con la dedicatoria correspondiente;
un ara en cuyo interior se guardaba la urna funeraria;
una copa de piedra en forma de baúl o hecha de tejas cubiertas de mortero imitando la misma forma. A veces, un agujero en el exterior del sepulcro comunicaba con la cavidad interior y se utilizaba para echar ofrendas que simbólicamente consumía el difunto.
Los columbarios eran criptas excavadas en la piedra viva, o construidas de obra, en cuyo interior había nichos u hornacinas parecidos a los nidos de un palomar. Ahí se colocaban las urnas cinerarias.
A principios del siglo II d.C., la incineración de los cadáveres fue progresivamente sustituida por la inhumación. Esto hizo que, en lugar de utilizar urnas funerarias, se extendiera la costumbre de enterrar a los muertos en cajas de madera o de piedra, de las que derivaron los sarcófagos esculpidos que, por otro lado, ya se conocían en el área del mundo helenístico y en Etruria. Los sarcófagos normalmente formaban parte de monumentos funerarios, construidos junto a las vías romanas.
Los temas de su decoración se referían simbólicamente a la muerte, que era interpretada como una violación o un rapto que sufre la vida. Más adelante, esta decoración se redujo hsta generalizarse unos surcos ondulados (strigiles) por toda su superficie. De aquí proviene el nombre de sarcófagos estrigilados. Con la implantación del cristianismo, juntamente con la técnica anterior, se incorporan a los sarcófagos relieves con escenas inspiradas en la Biblia o en los Evangelios.
Otras formas de enterramiento más modestas y sencillas pueden sustituir a los sarcófagos; por ejemplo, las cajas hechas con losas de pizarra, con tejas usadas o con ánforas reutilizadas. Los enterramientos hechos con tejas formaban una caja de sección triangular. Las tegulae, o tejas planas con los bordes levantados, estaban unidas mediante imbrices, o tejas acanaladas, para evitar filtraciones por las junturas de las tejas planas. Las sepulturas hechas con ánforas, a las que se les rompía el cuello, eran usadas especialmente para los cadáveres de niños. Si se empleaban para guardar los restos de adultos, tenían que incrustarse varias de ellas, unas con otras, hasta conseguir la longitud necesaria del cadáver que había que sepultar.
Por:Joaquín Nieto López
Más curiosidades romanas
Según el naturalista romano Plinio el Viejo, en el siglo I d.C. las mujeres ya usaban jabones de distintos tipos, duros y blandos, que contenían sustancias para colorear el caballo y teñirlo con colores vivos. Eran llamados rutilandis capillis.
Los niños en la Antigua Roma no jugaban sólo con palos y piedras: se disfrazaban de gladiadores y combatían con espadas y escudos de madera, lanzaban dados de hueso, marfil o piedra, o se divertían con carretillas transportadas por cabras, gansos y otros animalitos. Y como siempre, las niñas preferían sus muñecas articuladas.
La domus, o vivienda lujosa de la familia Julia (Julio César fue un representante de ella) no estaba ubicada en la colina del Palatino ni la zona rica, sino en la Subura, el barrio más pobre y conflictivo de Roma. Es debido a que la gens Julia siempre sufrió una endémica falta de dinero a pesar de, según ellos, descender de la estirpe de Venus.
En Roma se conocían algunos métodos anticonceptivos. Las clases más bajas se encomendaban a los métodos más supersticiosos como los amuletos, algo que fue criticado por el médico Sorano de Éfeso. Una opción supuestamente más eficaz era introducir una bola de lana en la vagina impregnada en vino hasta la entrada del cuello del útero
Los romanos fueron los inventores del cepillo de dientes. Lo más interesante es que se los lavaban (y se enjuagaban la boca) con orines, estando muy valorado el lusitano. Sin saberlo, el amoníaco presente en la orina les limpiaba y desinfectaba la dentadura.
Nuestro calendario es el gregoriano, una modificación del anterior calendario juliano. Todos nuestros meses se corresponden con los que llegaron a existir en Roma. En un principio fue así:
Martivs= Marzo: mes de Marte, dios de la guerra.
Aprilis= Abril: mes en el que “abren” las flores, primavera.
Maivs= Mayo: el mes “mayor”, de la abundancia.
Ivnivs= Junio: mes de la diosa Juno, esposa de Júpiter.
Ivlivs= Julio: el mes de César, denominado así en su honor y porque nació precisamente en este mes. Se llamaba en un principio Quintilis (“el quinto mes”)
Avgvstvs= Agosto: el mes de César Augusto. Primero se le conocía como Sextilis (“el sexto mes”).
September= Septiembre: mes séptimo.
October= Octubre: mes octavo.
November= Noviembre: mes noveno
December= Diciembre: mes décimo.
Luego se estableció una actualización, agregando los meses de Ianvarivs (Enero), el mes de Jano, y Febrvarivs (Febrero), dedicado al dios del Inframundo, Februo Plutón.
El caballo de Julio César sufría de atavismo, es decir, tenía rasgos genéticos arcaicos. Eso se manifestaba en sus cascos, que parecían dedos. Llamado por César Genitor (“Padre”), en honor a su padre muerto siendo él adolescente, tenía una profecía de los arúspices: si alguien lo cabalga, ese jinete dominará el mundo.
Los romanos usaban ropa interior y, además de eso, estaban listos en poco tiempo para la acción del duro día nada más despertarse. El emperador Vespasiano alababa el pragmatismo romano
alardeando de estar preparado para gobernar el Imperio treinta segundos después de levantarse de la cama.
Para abastecerse de agua cada día, los romanos de clase media y baja acudían a las fuentes públicas de agua, que solían estar conectadas a un acueducto. Los patricios, en cambio, disponían de un canal especial que les suministraba el preciado líquido directamente en el domus. Y además, los domus disponían de su propio pozo privado de agua, debajo del impluvium, una especie de pequeña piscina rectangular que recogía el agua de la lluvia que caía desde el compluvium, un agujero en el techo.
Para algo tan importante como hacer sus necesidades, los romanos disponían de retretes públicos en los que, sin el menor pudor, defecaban u orinaban mientras conversaban con cualquiera que tuviesen al lado. ¿Cómo se limpiaban? Posiblemente con algún tipo de esponja unida a un palo. No se sabe si la compartían o si cada cual llevaba la suya.
Cuando una pareja se casaba, el novio tradicionalmente rompía un pan encima de la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad, y los invitados se comían las migas. De ahí viene nuestra tradición del pastel de bodas.
Nerón, después del famoso Gran Incendio de Roma, ensanchó sus calles, creó espacios abiertos, y ordenó la alineación de todas las manzanas. Anteriormente, Roma había sido una ciudad caótica.
En las fiestas de las Saturnales de diciembre, los esclavos hacían las veces de amos y viceversa. Durante una semana se invertían los roles sociales en medio de jolgorio general y grandes comilonas que celebraban la Edad de Oro bajo la égida de Saturno. También había un intercambio masivo de regalos, como en nuestros Reyes Magos o Navidades.
Para un romano, beber leche era una cosa bárbara. Los romanos sólo veían con buenos ojos comer alimentos cocinados o fabricados de un modo u otro, jamás carne cruda o leche de vaca.
Curiosidades de Roma
Tendría algunos problemas para entenderse con los hispanos del s. XXI; pero no cabe duda de que si le pidiéramos hacer algo ex profeso , esperar sine die o disculpar un lapsus linguae ; sabría stricto sensu a que nos referimos. Muchas expresiones latinas han quedado intactas en el castellano actual procede del latin.
Constataría que el calendario ( kalendas , el primer día del mes ) 2007 sigue teniendo 365 días. Los mismos que instauró Julio Cesar en el año 46 a.C. E incluso identificará los días señalados en rojo como los festivos anuales que también fijó el emperador romano.
Vería puestos de comida preparada para llevar. Ya en Roma era normal comprar la comida preparada y caliente en los thermopolia , los puestos destinados a ello.
Identificaría al cuerpo de bomberos ( vigiles ). Éste fue creado por Augusto en el año 6 d.C. dada la plaga de incendios que hubo en la época por la alta densidad de población y el tipo de materiales de las casas.
Y también los colegios profesionales como los de médicos y abogados. En el mundo laboral romano se impuso la especialización y los trabajadores tenían sus asociaciones profesionales ( collegia ), tal y como ocurre hoy en día.
Se daría cuenta de que el Derecho que se utiliza en la Hispania del año 2007 sigue basándose en el código civil elaborado allá por el año V a.C. Constataría que la espina dorsal de la justicia sigue intacta con el uso del habeas corpus al que todo detenido tiene derecho y el in dubio pro reo , la presunción de inocencia que se aplica a todo acusado.
Y de que los que van a ser elegidos siguen siendo candidatos. En Roma, durante el periodo electoral, los que se presentaban para ser elegidos para un cargo público vestían una toga cándida (completamente blanca).
En un bar, en una taberna (tienda de aquel entonces) escucharía a unos hombres hablar de negocios. El tema del patricio romano era el de Otis cum dignitate , es decir, el ocio con dignidad, todo lo contrario de negotium . Por mucho que el business haya sido entronizado actualmente como el centro de nuestras vidas.
De la conversación deduciría que los trabajadores, por mucho negocio que hagan, siguen dependiendo de un salario. En tiempos del Imperio la importancia de la sal (capital para conservar los alimentos) era tal que se pagaba a los trabajadores con este producto, de ahí el origen del término salario.
Oiría comentar que la construcción (teniendo como base el hormigón y el ladrillo) es la inversión más rentable. El opus caementicium hecho con piedras (caementa) unidas con argamasa fue la base para construir los grandes edificios. Hoy revestimos éstos con unos bloques o placas, los lateres más conocidos como ladrillos.
Los romanos tenían talleres para elaborar piezas de construcción, que salían prácticamente acabadas. Así, los edificios podían viajar desmontados y casi terminados para ensamblarlos al llegar a su destino. Eran los inicios de la arquitectura prefabricada.
Tampoco se le escaparía la importancia que para nuestro mundo tienen las obras civiles (vías terrestres, embalses, puentes) y sus creadores, los ingenieros. La importancia del hacedor de puentes ( pontifex ) era tal que los emperadores ejercían el cargo pontifex maximus , calificativo que continúa ostentando hoy el Papa.
Algunas estructuras creadas hace 2000 años han resultado útiles hasta finales del siglo XX. El puente romano de Mérida formaba parte del trazado de la carretera nacional V a Portugal hasta hace muy pocos años. Del mismo modo, embalse y acueductos continúan ejerciendo su función almacenando y transportando agua.
Descubriría que la sociedad sigue entreteniéndose con divertimentos como lo fueron en su momento el circo o las carreras de carros. Basta cambiar circo por fútbol y carreras de carros por Formula 1 para darse cuenta de que el concepto de espectáculo de masa no es, tampoco, un invento nuevo.
Se divertiría comprobando el presupuesto y la publicidad que siguen necesitando los espectáculos para mantener llenos los lugares donde se celebran. Al igual que en Roma donde para mantener lleno el Coliseo se hacía una amplia publicidad a base de carteles pintados sobre las paredes de espacios públicos.
Además de los juegos públicos los romanos utilizaban dados, fichas y tabas en sus ratos de ocio privado. Las muñecas, las pelotas y los aros que utilizaban los niños para distraerse siguen teniendo el mismo éxito a día de hoy.
Comprobaría, divertido, como la actual moda de acudir a un spa ( sanus per aquam ) sólo sea versión actualizada de los baños romanos.
Se percataría de que la costumbre romanada de enterrar a las afueras de las ciudades sigue siendo un sano hábito del mundo moderno.
jueves, 26 de mayo de 2011
ORGANIZACION DEL EJERCITO ROMANO
Organización
Caballería o equites
Esta era originalmente la unidad más prestigiosa, donde los romanos jóvenes y saludables comenzaban a destacarse antes de iniciar sus carreras políticas. El equipamiento necesario era pagado por cada jinete, y consistía en un caballo, escudo redondo, casco, armadura corporal, espada y una o más jabalinas. La caballería era excedida en número en la legión. En un total de cerca de 3.000 hombres, habría apenas unos 300 jinetes, divididos en 10 unidades de 30 hombres. Al mando de cada unidad se hallaba un decurión. A esta caballería pesada se sumaba una caballería ligera, que reclutaba ciudadanos más pobres y jóvenes de buena salud, pero sin la edad suficiente para entrar en la hastati o en la equites.
Infantería ligera o vélites
Los vélites eran básicamente lanzadores de jabalina y hostigadores en general, y no tenían una organización formal precisa o una función en el campo de batalla. Eran utilizados según la necesidad y provenían de los estratos económicamente más bajos de la sociedad.
Infantería pesada
Los hastati (sing. hastatus): eran los más jóvenes y formaban la línea delantera. Iban armados con dos pila de distintos pesos, para que una tuviera más alcance y la otra perforase los escudos. En el cuerpo a cuerpo, empleaban la espada. Como armadura era común el uso de placas de bronce sujetas con correas de cuero, que tapaban el corazón y parte del pecho. También utilizaban casco de bronce y el scutum (escudo largo romano).
Los príncipes (sing. princeps): se trataba de hombres con edades rondando los 30 años, componían la segunda línea de la legión e iban armados al igual que los primeros, pero en lugar de la placa del pecho podían pagarse una coraza de cota de malla de anillos.
Los triarii (sing. triarius): eran los soldados veteranos y alineados atrás, que sólo entraban en combate en situaciones extremas. A diferencia de los príncipes, en lugar de los pila manejaban una lanza larga, formando una sólida falange erizada de puntas de lanza que contuviera al enemigo.
Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas de dos centurias comandadas por el centurión mayor. La centuria como unidad de combate estaba formada por 80 hombres. Su nombre viene dado por ser la unidad que acompaña al centurión. Suele pensarse erróneamente que poseían 100 hombres porque se asocia centuria a ciento, y eso es totalmente equívoco. Cada centuria tenía su estandarte y estaba compuesta por diez unidades llamadas contubernia. En un contubernio había ocho soldados compartiendo tienda de cuatro plazas (los otros cuatro estarían siempre de guardia), piedra de moler, una mula y un caldero (dependiendo de la duración de la travesía).
En batalla, los manípulos estaban organizados comúnmente en una formación cuadriculada llamada quincux. Los manípulos de príncipes cubrían los espacios abiertos dejados por los hastati, siendo cubiertos los propios por los manípulos triarii.
Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas de dos centurias comandadas por el centurión mayor. La centuria como unidad de combate estaba formada por 80 hombres. Su nombre viene dado por ser la unidad que acompaña al centurión. Suele pensarse erróneamente que poseían 100 hombres porque se asocia centuria a ciento, y eso es totalmente equívoco. Cada centuria tenía su estandarte y estaba compuesta por diez unidades llamadas contubernia. En un contubernio había ocho soldados compartiendo tienda de cuatro plazas (los otros cuatro estarían siempre de guardia), piedra de moler, una mula y un caldero (dependiendo de la duración de la travesía).
En batalla, los manípulos estaban organizados comúnmente en una formación cuadriculada llamada quincux. Los manípulos de príncipes cubrían los espacios abiertos dejados por los hastati, siendo cubiertos los propios por los manípulos triarii.
miércoles, 25 de mayo de 2011
Estas figuras guardaban una gran similitud con las esculturas egipcias que habían servido de modelo. Con la llegada del clasicismo ( siglos V y IV a. C. ), la estatuaria griega fue tomando un carácter propio y abandonó definitivamente los primitivos patrones orientales. Gracias al estudio de las proporciones se pudo copiar fielmente la anatomía humana y los rostros ganaron definitivamente en expresividad y realismo.Se introdujo el concepto de "contrapposto", posición por la cual la escultura se apoyaba totalmente sobre una pierna, dejando la otra libre, y el principio del dinamismo cobró forma en las representaciones de atletas en plena acción. Algunos de los grandes artistas del clasicismo fueron Policleto, Mirón, Praxíteles y Fidias, aunque tampoco se puede dejar de mencionar aLisipo, que intentando plasmar las verdaderas facciones del rostro, logró los primeros retratos.
Durante el período helenístico (siglo III a. C.) se enfatizaron y sofisticaron las formas heredadas del clasicismo. Así, producto de esta recepción, surgieron obras de inigualable monumentalidad y belleza, como "El coloso de Rodas", de treinta y dos metros de altura. Cabe aclarar, que tanto por su función religiosa como decorativa, la escultura se hallaba estrechamente ligada a la arquitectura. Así lo evidencian los trabajos estatuarios de las fachadas, columnas e interior de los templos.
sábado, 21 de mayo de 2011
el arte griego
Los modelos griegos de la antigüedad son tenidos como clásicos y los cánones escultóricos y los estilos arquitectónicos han sido recreados una y otra vez a lo largo de la historia de occidente.
En la arquitectura griega encontramos un elemento considerado básico y esencial: la columna. Se la considera elemento imprescindible de la estética de su arte, por ello dedicaremos un apartado para conocerlas mejor.
El templo fue, sin lugar a dudas, uno de los legados más importantes de la arquitectura griega a occidente.
se trataba de una forma bastante simple, una sala rectangular a la que se accedía a través de un pequeño pórtico, llamado pronaos, y cuatro columnas que sostenían un techo bastante similar al actual tejado a dos aguas.
En los comienzos éste fue el esquema que marcó los cánones.
Al no darle especial importancia al hogar, los griegos se esmeraron en los edificios públicos. De hecho, los edificios más construidos fueron templos y santuarios.
Otro rasgo característico de la arquitectura griega y por el que destacaron fue por el hecho de no sobreponer jamás pisos.
Los edificios, en especial los templos, eran policromados. Normalmente se “policromaban” los frisos y los relieves. El fondo de las metopas era pintado de verde, y los triglifos de azul.
En sus orígenes, utilizaban la madera. Más tarde fueron utilizando materiales más duraderos como el aglomerado, el mármol y la piedra.
Todas sus edificaciones tenían un punto en común, la harmonía visual.
Para conseguirla, los griegos utilizaron varias técnicas, entre ellas se destacan varias. Es el caso de la mala inclinación de las columnas, ya que desde lejos se veían torcidas. También se utilizó la “entasis”, que consistía ensanchar la parte central de las columnas para evitar el deforme visual..
El arquitrabe se ve afectado por el defecto visual, por su posición totalmente horizontal. Para solucionarlo curvabann el estereobato y el entablamiento.
viernes, 6 de mayo de 2011
sábado, 9 de abril de 2011
Los campamentos romanos
Después de buscar una llanura cerca del agua un Centurión experto en topografía trazaba el rectángulo del campamento, con la ayuda de la Groma, instrumento topográfico utilizado para observar y establecer líneas directas y ángulos rectos.
Una vez marcado el rectángulo parte del ejército se situaba en posición de batalla frente a la zona por donde podría aparecer el posible enemigo, mientras la otra parte cavaba un foso (Fosa) de cuatro metros de ancho por tres de profundidad, utilizando la tierra extraída para realizar el terraplén (Agger) de protección donde eran clavadas estacas, atadas entre sí para formar la empalizada.
Al mismo tiempo que se levantaban las defensas, las diferentes unidades iban entrando en el campamento para ir montando las tiendas, que eran montadas siempre en el mismo lugar.
Dependiendo de la vulnerabilidad de la zona se construían varios tipos de campamentos.
Si se estaba en una zona segura, se construía un campamento con un pequeño foso y terraplén. Si en cambio el campamento se construía cerca del enemigo el foso y el terraplén se agrandaban. En caso de un campamento de asedio prolongado se construían con murallas dobles rellenas de cascotes.
El diseño de los Campamentos era extremadamente simple, un muro perimetral, rectangular casi cua¬drado, con las esquinas redondeadas para poder defenderse mejor que envolvía el recinto y que contaba con torres de vigilancia y con puertas en el centro de cada uno de los lados. Estas muro perimetral consistía en dos murallas paralelas de sillería rellenando el espacio medio entre estas con piedras, mortero y hormigón romano. Las murallas tenían una altura y tamaño variable dependiendo de la situación militar del campamento.
En el centro del campamento donde se cruzaban las dos calles principales (vía Praetoria y vía Principalis) se levantaba la tienda del general o Praetorium, junto a esta tienda había un pequeño foro y al otro lado el Questorium o sede la intendencia.
La vía Principalis dividía el campamento en dos secciones, una destinada a los mandos y la otra al grueso del ejército. En los campamentos se disponía de salas de ejercicios, almacenes, un hospital (Valetudinarium) y termas.
Muchas de las ciudades romanas surgen de los asentamientos de los campamentos romanos.
jueves, 31 de marzo de 2011
Los perfumes.
Ambientar la casa o las estancias y
las ropas. Los aceites consistían en
una base líquida (aceite de almendras,
de oliva, de lino, de grasa animal…)
Para perfumar el cuerpo y el cabello.También utilizaban otras bases como
aplicaban con plumas de cisne.
Las esencias más utilizadas eran las siguientes:
Flores: rosa, lirio, nardo, narciso, azucena.
Frutas: almendras amargas, romero, laurel, tomillo, lavanda.
Especias: azafrán, canela, orégano, menta, cardamomo.
Resinas: incienso, mirra, ámbar, resina de ciprés.
Los ungüentarios eran los recipientes de alabastro, cerámica, piedra, metal o vidrio donde se guardaban los perfumes en cualquiera de sus formas.
Las sandalias romanas.
lunes, 21 de marzo de 2011
La expansión del imperio romano
Los romanos explicaron el inicio de su expansión por la necesidad de protegerse de los ataques de los pueblos vecinos. Los avances fueron lentos y con algunas derrotas que llegaron a amenazar la supervivencia de la propia Roma. El control de Italia no se completó hasta el 265 a.C. con la ocupación de las colonias de la Magna Grecia. La conquista del Mediterráneo (264-31 a.C.) Por Joaquin Nieto Lopez |
Las calzadas romanas
Definición:
La calzada romana era el modelo de camino usado por Roma para la vertebración de su Imperio. La red viaria fue utilizada por el ejército en la conquista de territorios y gracias a ella se podían movilizar grandes efectivos con una rapidez nunca vista hasta entonces. En el aspecto económico desempeñó un papel fundamental, ya que el transporte de mercancías se agilizó notablemente. Las calzadas también tuvieron gran influencia en la difusión de la nueva cultura y en extender por todo el Imperio la romanización. El Itinerario de Antonino, del siglo III, es la fuente escrita que mayor información nos aporta sobre la red viaria romana.
Unían las ciudades de todos los puntos de Italia y después del Imperio con los centros de decisión políticos o económicos. Los viajes eran fáciles y rápidos para la época, gracias a una organización que favorecía una relativa comodidad para sus usuarios. Pensadas, primero, para uso militar, serán el origen de la expansión económica del Imperio, y después de su final, facilitando las grandes invasiones de los pueblos bárbaros.
Calzadas más importantes:
Via Apia, antigua calzada romana en Italia. La primera y más célebre de las calzadas de la república romana, construida en el 312 a.C. por el censor romano Apio Claudio el Ciego, en honor al cual se le dio el nombre. Se dirige hacia el sur desde la muralla de Servio en Roma hasta Capua, a través del Appii Forum y Terracina y más tarde fue ampliada hasta Taranto y Brundisium (ahora Brindisi). Como principal ruta hacia Grecia, la vía Apia tenía más de 560 km de largo. Fue sólidamente construida y marcada con mojones. Las partes que perduran del pavimento están construidas con grandes bloques hexagonales, principalmente de piedra volcánica, colocados sobre cimientos asegurados y reforzados con mortero; sin embargo, es probable que éste no sea el firme original. Desde Roma a Terracina es casi recta, a pesar del terreno abrupto de las colinas de Alban y del pantanoso de la laguna Pontina. Los primeros kilómetros desde Roma aún conservan muchas de las antiguas tumbas que bordeaban la calzada, y que en parte todavía se utilizan.
Vía Emilia (Latín Via Aemilia), antigua vía romana en la Italia actual, de 282 km, construida por el cónsul Marco Emilio Lépido en el 187 a.C. Arranca donde la vía Flaminia finaliza y comienza en Ariminun (hoy Rímini) para finalizar al noroeste en Placentia (hoy Piacenza). Más tarde se extendió al noroeste, cruzando el río Po hasta Mediolanum (hoy Milán). La moderna carretera sigue la misma ruta, pasando incluso por algunos de los puentes originales, hasta el punto de que la zona situada entre Rímini y Piacenza aún conserva el nombre de Emilia, derivado del de la antigua calzada.
Ruta de la Plata, antigua vía romana que atravesaba Hispania de norte a sur. Situada en la parte centro-occidental de la península Ibérica, comunicaba el territorio de los astures con la fértil Bética. Recibe su denominación por ser la ruta que conducía a los ricos yacimientos auríferos y argentíferos del noroeste hispano. La calzada unía en su tramo principal 2 ciudades fundadas por Augusto, Emerita Augusta (Mérida) y Asturica Augusta (Astorga), pobladas ambas por legionarios veteranos de las guerras contra cántabros y astures (29 a.C.- 19 a.C.). Un ramal norte unía Astorga con Gigia (Gijón) a través de Legio (León), y un ramal sur hacía lo propio desde Mérida a Itálica (cerca de Sevilla) y luego a Gades (Cádiz). Desde allí era rápida la comunicación por mar con Roma. Esta calzada atravesaba otras poblaciones como Salmantica (Salamanca) y Norba Caesarina (Cáceres).
Vía Egnacia, vía militar romana, construida en la segunda mitad del siglo II a.C., que cruzaba la península de los Balcanes, desde el mar Adriático hasta Bizancio (actual Estambul, en Turquía). Comenzaba en dos puntos del Adriático: Apolonia, cerca de la desembocadura del río Aoos (hoy Vijöse), en Albania, y Dirraquio (actual Durrës, en Albania). La vía se extendía hacia el este, hasta Lycnidos (actual Ohrid, en la República de Macedonia), Heraclea (la actual Bitola, en la República de Macedonia), Edessa (en Grecia), Pela (en Grecia), y llegaba al mar Egeo, a Salónica (Tesalónica). Después, cruzaba la península Caládica, hasta Anfípolis y Filipos, y en un principio terminaba en Kipsela, en el río Hebros (Marica), pero posteriormente se prolongó hasta Bizancio.
Se han descubierto varios miliarios (mojones de piedra ubicados en la vía que indicaban las distancias). En el siglo IV se hicieron reparaciones, mientras el tramo entre la Puerta Dorada (en el extremo sur de las murallas de Constantinopla, la antigua Bizancio) y Küçükcekmece (actualmente, ciudad turca en los suburbios de Estambul) parece ser que fue pavimentado por primera vez por el emperador bizantino Justiniano I en el siglo VI. Cualquiera que fuera su estado, fue la principal ruta terrestre durante la edad media. La vía Egnacia desempeñó un papel fundamental en las comunicaciones de Roma con Oriente, tanto en el aspecto militar como comercial.
Calzadas en Hispania
Dentro de las infraestructuras de uso civil que los romanos construyeron con intensidad durante su dominio en Hispania, destacan por su importancia las calzadas romanas, que vertebraron el territorio peninsular uniendo desde Cádiz hasta los Pirineos y desde Asturias hasta Murcia, cubriendo los litorales mediterráneo y atlántico a través de las conocidas «vías». Por ellas circulaba un comercio en auge, alentado por la estabilidad política del territorio a lo largo de varios siglos.
De entre estas vías, las más importantes eran:
- Vía Lata, hoy conocida como Vía de la Plata
- Vía Augusta, la calzada romana más larga del Imperio Romano en España, con 1500 km y varios tramos.
- Vía Exterior
Para señalizar las distancias en estas vías se colocaban los llamados miliarios, que en forma de columna como el de la imagen o de grandes piedras, marcaban la distancia desde el punto de origen de la vía en miles de pasos (millas).
Actualmente la mayor parte del recorrido de estas vías se corresponde con el trazado de las actuales carreteras nacionales o autopistas de los actuales estados de España y Portugal, lo que confirma el acierto romano en la elección óptima del trazado de las mismas
Por : Joaquín Nieto Lòpez
EQUIPAMIENTO DE LOS SOLDADOS ROMANOS
Completaban su equipamiento un par de sandalias (caligae), un cinturón de guerra (baletus o cingulum militare), un pañuelo y túnica roja a modo de uniforme debajo de la armadura (focale y tunica) y una mochila (sarcina).
El Gladius no sólo fue la espada legionaria, también fue una espada legendaria. Se cree que es el arma que mas muertes ha causado en toda la historia.
El gladius es una espada excelente para formaciones compactas. Su cruce de hoja romboide le daba una estabilidad óptima para ser alineada con el codo y el hombro en un ángulo de 90 grados, correr el largo escudo -Scutum-, y provocar una herida perforante en el abdomen del enemigo, que en la gran mayoría de los casos si no mataba instantáneamente lo hacía posteriormente. Su tamaño, de unos 60 centímetros, la hacía ideal para esta tarea. En si la ventaja táctica de no estaba, enteramente, en la destreza personal del combatiente. Sino en la disciplina de la fila de hombres. Cuyo ataque primario consistía en protegerse de forma mutua con sus escudos y, corriendo éstos ligeramente para crear una diminuta abertura, apuñalar a sus contrincantes. Dicha estrategia los hacía no sólo mortales sino que también les otorgaba una defensa superior.
El pugio era una especie de cuchillo largo o espada corta que los legionarios romanos tomaron prestado, al igual que el gladius, de las tropas hispanas contra las que combatieron durante dos siglos. Generalmente tenía una hoja ancha y con forma de hoja, de unos 20 o 25 cms. de largo por un mínimo de 5 cms. de ancho, con un refuerzo central elevado a todo lo largo de la hoja. La espiga era ancha y plana y la empuñadura, que montaba un poco sobre el final de la hoja, estaba remachada a su través.
Los scuta (en plural) rectangulares, que generalmente eran convexos, eran construidos principalmente a partir de tiras de madera superpuestas unas a otras y con las vetas dispuestas en direcciones opuestas, cubiertas con cuero. Esto supone que el escudo era muy resistente y, a la vez, lo suficientemente ligero (de entre 5,5 y 7,5 kg[2] ) como para ser transportado a lo largo de muy largas distancias.
Por otra parte, el revestimiento central del escudo (denominado umbo) estaba construido bien de una aleación de cobre o de hierro. Se utilizaba de forma ofensiva, siendo lo suficientemente pesado y denso como para aturdir o desplazar a un oponente, lo cual facilitaba al legionario el siguiente ataque con su gladius. Los legionarios solían avanzar de forma alterna con el scutum para luego, con el scutum ligermante alzado para bloquear al oponente, atacar con el gladius. Los bordes del escudo también se forraban de metal para mayor protección, pudiendo también ser usados de forma ofensiva.
La forma del scutum permitía las formaciones compactas de legionarios. Mediante este sistema, se superponían los escudos de forma que diesen una mayor protección contra las armas arrojadizas. De estas posibles formaciones, la más famosa es la formación en testudo, en la que los legionarios colocaban los escudos de frente y hacia arriba, consiguiendo protección también frente a proyectiles lanzados en tiro parabólico o desde lo alto (como por ejemplo flechas, o objetos lanzados desde defensores desde lo alto de las murallas).
El pilum pesado era un asta de madera a la que se le unía una vara metálica por medio de un remache, medía unos 120 cm., 60 la vara metálica. Así se conseguía que al clavarse en un escudo enemigo, el pilum se doblara, dejando inmanejable el escudo e impidiendo que los enemigos "devuelvan el favor" lanzando el pilum a las legiones. Los romanos también usaron alternativamente, el destemplado de la vara metálica para lograr este efecto. Además, servía para repararlos fácilmente después de cada batalla.
El pilum ligero era una jabalina de madera de mayor alcance, aunque de menor capacidad de penetración.
El pilum era lanzado desde unos 30 mts. en plena carga de la legión. La pequeña punta podía penetrar un escudo y herir al hombre que lo sujetaba, así como también podía penetrar ciertos tipos de armadura. Si se clavaba en un escudo, aunque no lo penetrase, el peso del pilum entorpecía el uso del escudo hasta el punto de inutilizarlo.
Utilizada por los legionarios Romanos desde finales del siglo I ac hasta mediados del siglo III ac, fue símbolo de la prosperidad del Imperio. Algo evidentemente notable al ver que su utilización no fue abandonada por falta de efectividad, sino por la decadencia de la economía Romana. De diseño modular y resistente, dicha armadura fue tan avanzada a su época que podemos rastrear su evolución incluso miles de años después. La armadura Italiana Anima, del siglo XVI, es su sucesora espiritual.
Hay muchos tipos y variantes de cascos romanos, su diseño cambió significativamente a lo largo de la historia.
El casco imperial tipo gálico es el más popular y conocido; estaban construídos basicamente de hierro, con las protecciones para las orejas y decoraciones en latón, incluyendo pequeños rosetones decorativos en el casco y las carrilleras. Tenían un gancho destinado a fijar la cresta y a veces también una pieza rectangular en la parte superior con el mismo fin.
Todos los modelos iban acolchados por dentro, y tenían una correa que pasaba a través de una anilla sujeta a la aleta posterior, y llegaba hasta las aletas laterales donde se ataban bajo la barbilla. A finales del siglo I d.C. comienzan a aparecen algunos cascos con dos refuerzos de acero en forma de cruz como medida de protección contra las armas de los dácios (uno de lado a lado y otro de delate a atrás), este añadido en los primeros modelos es de manufactura tosca, pero posteriormente forma parte de la fabricación original.
Los centuriones llevaban en sus cascos unas crestas transversales (de oreja a oreja), sin embargo, no era común que los legionarios llevasen crestas, salvo tal vez en ocasiones especiales. Los tribunos y legados usaban penachos longitudinales.
domingo, 20 de marzo de 2011
Dioses Romanos
Dioses Griegos - Dioses Romanos
Zeus - Júpiter
Hera - Juno
Afrodita - Venus
Artemisa - Diana
Demeter - Ceres
Perséfone - Proserpina
Apolo - Febo
Atenea - Minerva
Poseidón - Neptuno
Hades - Plutón
Hefesto - Vulcano
Ares - Marte
Hermes - Mercurio
Rea - Cibeles
Dionisio - Baco
Eros - Cupido
Cronos- Saturno
Gea- Tellus
Dioses Romanos
JUPITER Divinidad itálica del cielo, la luz y los fenómenos atmosféricos. Considerado también el dios supremo del panteón antiguo. Formaba primero parte de la Triada con Marte y Quiri, sustituida luego por la triada Capitolina, con Juno y Minerva. Por su condición de príncipe de los dioses fue identificado con el Zeus griego y asumió sus mitos. Le correspondía la celda central del templo del Capitolio, pero tenía otras en la ciudad, la del forum antiguo.
MINERVA Divinidad itálica de origen etrusco, patrona de los artesanos. Fue incluida en la triada capitolina juntamente con Júpiter y Juno. Al mismo tiempo su identificación con la diosa Athena hasta que al final asumió la personalidad y el mito de la diosa griega. Tenía templos en el Celi, en el forum de Nerva y en el Aventino y le correspondía una celda lateral del templo del Capitolio.
VENUS Divinidad itálica de la primavera, que presidía la floración de las plantas de donde pasa a ser considerada como diosa de la belleza y del amor. Por estos atributos fué identificada con la Afrodita griega. Madre de Eneas y por tanto origen de la estirpe latina. En su honor se erigió el monumental templo a Venus y Roma, en el Fórum antiguo y el de Venus Gènetrix en el Fórum del César
MARTE Divinidad itálica de carácter agrario. Una de sus funciones era la de proteger los campos en tiempos de guerra. Poco a poco fue derivando a dios de la guerra a medida que los romanos se convirtieron en una potencia militar. Similar al dios Ares griego pero con la diferencia de que era un dios apreciado y objeto de culto oficial. Se le consideraba protector del ejército comentándose que en algunas ocasiones se le había visto en primera línea de las tropas en el campo de batalla. Tenía un templo en medio del Fórum Augusto.
FEBO APOLO
ESCULAPIO Nombre que recibía Aclespio entre los romanos. Su culto se introdujo en Roma el 293 a.C como consecuencia de una epidemia de peste que el dios ayudó a eliminar. Tenía un santuario en la isla Tiberina.
SATURNO Divinidad itálica de carácter agraria. Protegía los campos sembrados y los frutos de la tierra. Fué identificado con el titán Cronos cosa que le convertía en padre de Júpiter y obliga a los romanos a dar un final diferente al mito titanomaquia de acuerdo con la eminencia que este dios contaba en la religión romana. Ellos creían que Saturno una vez vencido se había instalado en Italia, hospedado por Jano en el Capitolio y había enseñado a los primeros habitantes de la península a cultivar la tierra. Tenía un templo en el Fórum antiguo al pie del Capitolio.
NEPTUNO Divinidad de las aguas. Al principio sus dominios se limitaba a las aguas continentales y la lluvia, pero su identificación con el dios griego Poseidón hizo que fuera considerado dios del mar. Tenia un templo entre el Aventino y el Palatino a la vía Ostia.
FEBE SELENE
VESTA Culto introducido por Eneas según la leyenda en el Lacio. Numa instituyo el colegio de Vestales, sacerdotisa vírgenes encargadas de mantener la llama sagrada del estado. Su santuario que comprendía el templo y la casa ocupaba gran parte del Forum antiguo.
MERCURIO Su nombre deriva de “mercado” y tenía la función de proteger las transacciones comerciales. Tenía un templo en el Aventino
JUNO Protectora de las mujeres, del matrimonio y de los nacimientos: en Roma junto a Júpiter y Minerva formaba la triada Capitolina. No tardó en ser identificada como Hera y convertida en esposa de Júpiter. Entre los templos que tenía destacan el que tenía cerca del Forum Imperial y otro en el Aventino. Le correspondía una celda lateral en el templo del Capitolio.
VULCANO Divinidad que era representada como una hoguera pública. Con el tiempo se le identificó con Hefesto y se convirtió en patrón de los herreros. Tenía una capilla en el Comicio llamada Volcanal y un templo en el Campo de Marte
PLUTON Sobrenombre de Hades en alusión a las riquezas del subsuelo. Era el nombre utilizado usualmente por los romanos. Dios de los infiernos reinaba sobre los espíritus de los muertos y las riquezas subterráneas, tesoros y minas así como la germinación de las semillas enterradas bajo la tierra que le consagraron un templo subterráneo al campo de Marte
DIANA Diosa de los bosques, más tarde identificada con la luna. En esta última faceta presidía la gestación y el parto. Tenía un templo muy antiguo en el Aventino y otro en el lago Nemi.
CUPIDO Dios que encarnaba el deseo amoroso. Fué identificado con el Eros griego.
BACO En las primeras épocas fué conocido como Liber y con el tiempo se le identificó con Bacus. Este nombre era el más usado por romanos para designar a Dionisio. Fué dios de la viña y del vino. Antiguamente formaba parte de una triada con Ceres y Libera con los cuales tenía un templo conjunto en el Aventino
CERES Diosa romana protectora del campo y las siembras. Con el tiempo pasó a ser identificada con Deméter y copió sus mitos. Tenía un templo en el Aventino.
PROSERPINA Nombre con el que los romanos conocían a Perséfone. Diosa de la vegetación
CIBELES Diosa de orígen Frigio representaba la fertilidad de la naturaleza en sus aspectos más salvajes. Su culto de carácter orgiástico se centraba en la renovación anual de la naturaleza para mas adelante pasar a ser la muerte y la resurrección de los fieles. En romana se le conocía con el sobre nombre de Magna Mater y Bona Dea. Tenía un santuario Frigio que se situaba en los bosques del monte Ida.